martes, 7 de abril de 2015

Aportaciones documentales sobre tres dolorosas



Publicado en "Diario de Jerez", Jerez de la Frontera, 29 de marzo de 2015





El pasado 13 de octubre presentamos en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona y dentro del Congreso Internacional “Virgo Dolorosa” una comunicación titulada “La Dolorosa jerezana en el siglo XVIII”, donde hacíamos una aproximación a las diferentes dolorosas procesionales realizadas en Jerez durante esa época e insistíamos en el interesante proceso de renovación que sufre este tema iconográfico en la ciudad por aquella época. En espera de la publicación de las actas del congreso en los próximos meses, damos a conocer en este artículo algunas de las novedades que ofrece dicho trabajo, centrándonos en tres célebres tallas marianas: las vírgenes de la Piedad, Mayor Dolor y Soledad.



Desde el punto de vista cronológico hay que empezar por la Virgen de la Piedad, obra que atribuimos en 2006 a Ignacio López[1]. La realización del conjunto escultórico del que forma parte se sabe por el propio archivo de su hermandad que se produjo en 1718[2]. Con todo, hay datos que han pasado desapercibidos, como el precio de su policromía, que alcanzó los 480 reales y por los cuales se pagó a un dorador, cuyo nombre, al igual que el del escultor, la documentación calla. Otras noticias de interés son las de dos tempranas restauraciones que sufre la dolorosa y que alteraron su primitivo acabado polícromo. Se fechan la primera en 1729 y la segunda entre 1746 y de 1747, afectando esta última también a San Juan y las Tres Marías[3].




De la Virgen del Mayor Dolor podemos por fin demostrar que es una obra tallada en el siglo XVIII. Es algo que consta por un auto originado en 1737 a causa del traslado de su cofradía desde el convento del Carmen a la parroquia de San Dionisio. Nos interesan especialmente las testificaciones de ciertos hermanos. El mayordomo Manuel de la Santa afirma que desde hacía unos dieciocho años se habían realizado “todas las alhajas e imágenes excepto la del Santo Eccehomo”. Uno de los hermanos mayores, Vicente de Villegas, afirma por su parte “que las alhajas que están en dicha cofradía se ha hecho desde el año de setecientos y diez y nueve a esta parte y las dos imágenes de Nuestra Señora del Dolor y San Bartolomé todo hecho en el referido tiempo a expensas del caudal de los hermanos” [4]. En efecto, la hermandad hacia 1718-1719 parece que se reorganiza. La propia documentación aclara que la iglesia del Carmen, donde radicaba, se arruinó y hubo que reedificarla. Hay constancia de las obras desde 1696. Sin embargo, se paralizaron en torno a 1702, no siendo hasta precisamente 1718 cuando se reanudan[5]. Esta situación más favorable debió de motivar el momento propicio para recuperar una hermandad que habría decaído mucho por estas circunstancias. Suponemos que el primer objetivo que se planteó fue hacer imágenes más acordes con los gustos vigentes y no parece haber duda de que la mirada se puso en las nuevas imágenes incorporadas a la Semana Santa por las cofradías del Desconsuelo entre 1713-1714 y la Piedad en ese mismo año de 1718, contándose para ello con aquél que creemos el autor de todas ellas, Ignacio López. En este sentido, aunque las referidas declaraciones señalan 1719 como el año a partir del cual se harían las tallas de la Virgen y el apóstol San Bartolomé, pensamos que ambas debieron encargarse meses antes. No olvidemos que López es enterrado en El Puerto el 13 de diciembre de 1718, por lo que quizás estuvieron entre las últimas obras salidas de su obrador. Incluso cabe la posibilidad de que ambas pudieran haber quedado sin concluir o policromar a la hora de su fallecimiento, llevándose a cabo la entrega a la hermandad de manera póstuma, entrado ya el año siguiente. En cualquier caso, estos nuevos datos permiten, desde luego, descartar atribuciones a escultores del siglo XVII, como Juan Martínez Montañés o José de Arce.



Del primer cuarto del setecientos pasamos al último año del siglo. Es entonces cuando se talla la actual Virgen de la Soledad. Su antigua hermandad había ya desaparecido para esas fechas legalmente tras la supresión de todas las cofradías de penitencia jerezanas en 1771 pero en la práctica siguió funcionando. La documentación relativa a ella que se conserva en el Archivo Histórico Nacional aporta, de hecho, una valiosa información sobre la imagen, realizada en 1800 y costeada por el mayordomo José García Moreno. De este modo, se apunta que “el artifice que la hizo era Don Joseph Fernandez Pomar Academico de Cadiz e hijo natural de la Villa de Ubrique” [6]. Aunque los datos sobre la autoría, fecha y donante se conocían ya por una inscripción que posee la propia obra, los datos biográficos sobre el escultor permiten ya confirmar su identificación sin ningún tipo de dudas con José Fernández Guerrero, a quien Pomar Rodil y Espinosa de los Monteros Sánchez la atribuyeron recientemente[7].


ENLACE RELACIONADO: 
http://www.diariodejerez.es/article/semanasanta2015/1995535/aportaciones/documentales/sobre/tres/dolorosas.html





[1] Sobre este escultor: MORENO ARANA, J. M.: “La difusión del barroquismo sevillano en El Puerto y su entorno: Ignacio López y Alonso de Morales”, Revista de Historia de El Puerto, nº 37, El Puerto, 2006, pp. 47-80.
[2] JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: “El asentamiento de un foco de artistas escultóricos sevillanos en el Xerez del setecientos”, Jerez en Semana Santa, nº 12, Jerez, 2008, pp.40-41. ROSA MATEOS, A. de la: Imaginería procesional en la Semana Santa de Jerez. Jerez, 2012, p. 267.
[3] Archivo de la Hermandad del Santo Entierro de Jerez, Libro donde contiene distintas cosas y sensos que se pagan y es de la capilla y Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad y Santisimo Cristo del Calvario, ff. 1v-2. Gastos de la Cofradía  de 1729, p. 13. Cuentas de 1734, p. 27. Libro del caudal del Sto. Xpto. del Calvario […] que tubo prinsipio el dia 1º de Maio del año de 1744, s/p.
[4] Archivo Histórico Diocesano de Jerez, Fondo Hispalense, Ordinario, Jerez, Hermandades, caja 1, documento 18.1.
[5] AROCA VICENTI, F.: Arquitectura y urbanismo en el Jerez del siglo XVIII, Jerez, 2002, pp. 206-209 y 238-239.
[6] Archivo Histórico Nacional, Sección Clero, Libro 1980.
[7] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F. y POMAR RODIL, P.: “Entre el barroco y el neoclasicismo. José Fernández Guerrero, autor de la Virgen de la Soledad de Jerez”, Diario de Jerez, 10 de marzo de 2009.