Publicado en "Diario de Jerez", Jerez de la Frontera, 29 de marzo de 2015
El pasado 13 de octubre
presentamos en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona y dentro
del Congreso Internacional “Virgo Dolorosa” una comunicación titulada “La Dolorosa
jerezana en el siglo XVIII”, donde hacíamos una aproximación a las diferentes
dolorosas procesionales realizadas en Jerez durante esa época e insistíamos en
el interesante proceso de renovación que sufre este tema iconográfico en la
ciudad por aquella época. En espera de la publicación de las actas del congreso
en los próximos meses, damos a conocer en este artículo algunas de las
novedades que ofrece dicho trabajo, centrándonos en tres célebres tallas
marianas: las vírgenes de la Piedad, Mayor Dolor y Soledad.
Desde el punto de vista cronológico
hay que empezar por la Virgen de la Piedad, obra
que atribuimos en 2006 a Ignacio López[1]. La
realización del conjunto escultórico del que forma parte se sabe por el propio
archivo de su hermandad que se produjo en 1718[2].
Con todo, hay datos que han pasado desapercibidos, como el precio de su
policromía, que alcanzó los 480 reales y por los cuales se pagó a un dorador,
cuyo nombre, al igual que el del escultor, la documentación calla. Otras
noticias de interés son las de dos tempranas restauraciones que sufre la dolorosa
y que alteraron su primitivo acabado polícromo. Se fechan la primera en 1729 y la
segunda entre 1746 y de 1747, afectando esta última también a San Juan y las
Tres Marías[3].
De la Virgen del Mayor Dolor
podemos por fin demostrar que es una obra tallada en el siglo XVIII. Es algo
que consta por un auto originado en 1737 a causa del traslado de su cofradía
desde el convento del Carmen a la parroquia de San Dionisio. Nos interesan
especialmente las testificaciones de ciertos hermanos. El mayordomo Manuel de
la Santa afirma que desde hacía unos dieciocho años se habían realizado “todas las alhajas e imágenes excepto la del
Santo Eccehomo”. Uno de los hermanos mayores, Vicente de Villegas, afirma
por su parte “que las alhajas que están
en dicha cofradía se ha hecho desde el año de setecientos y diez y nueve a esta
parte y las dos imágenes de Nuestra Señora del Dolor y San Bartolomé todo hecho
en el referido tiempo a expensas del caudal de los hermanos” [4].
En efecto, la hermandad hacia 1718-1719 parece que se reorganiza. La propia
documentación aclara que la iglesia del Carmen, donde radicaba, se arruinó y hubo
que reedificarla. Hay constancia de las obras desde 1696. Sin embargo, se paralizaron
en torno a 1702, no siendo hasta precisamente 1718 cuando se reanudan[5].
Esta situación más favorable debió de motivar el momento propicio para
recuperar una hermandad que habría decaído mucho por estas circunstancias.
Suponemos que el primer objetivo que se planteó fue hacer imágenes más acordes
con los gustos vigentes y no parece haber duda de que la mirada se puso en las nuevas
imágenes incorporadas a la Semana Santa por las cofradías del Desconsuelo entre
1713-1714 y la Piedad en ese mismo año de 1718, contándose para ello con aquél
que creemos el autor de todas ellas, Ignacio López. En este sentido, aunque las
referidas declaraciones señalan 1719 como el año a partir del cual se harían
las tallas de la Virgen y el apóstol San Bartolomé, pensamos que ambas debieron
encargarse meses antes. No olvidemos que López es enterrado en El Puerto el 13
de diciembre de 1718, por lo que quizás estuvieron entre las últimas obras
salidas de su obrador. Incluso cabe la posibilidad de que ambas pudieran haber
quedado sin concluir o policromar a la hora de su fallecimiento, llevándose a
cabo la entrega a la hermandad de manera póstuma, entrado ya el año siguiente.
En cualquier caso, estos nuevos datos permiten, desde luego, descartar
atribuciones a escultores del siglo XVII, como Juan Martínez Montañés o José de
Arce.
Del primer cuarto del setecientos
pasamos al último año del siglo. Es entonces cuando se talla la actual Virgen de la Soledad. Su antigua
hermandad había ya desaparecido para esas fechas legalmente tras la supresión
de todas las cofradías de penitencia jerezanas en 1771 pero en la práctica
siguió funcionando. La documentación relativa a ella que se conserva en el
Archivo Histórico Nacional aporta, de hecho, una valiosa información sobre la
imagen, realizada en 1800 y costeada por el mayordomo José García Moreno. De
este modo, se apunta que “el artifice que
la hizo era Don Joseph Fernandez Pomar Academico de Cadiz e hijo natural de la
Villa de Ubrique” [6].
Aunque los datos sobre la autoría, fecha y donante se conocían ya por una
inscripción que posee la propia obra, los datos biográficos sobre el escultor
permiten ya confirmar su identificación sin ningún tipo de dudas con José
Fernández Guerrero, a quien Pomar Rodil y Espinosa de los Monteros Sánchez la
atribuyeron recientemente[7].
ENLACE RELACIONADO:
http://www.diariodejerez.es/article/semanasanta2015/1995535/aportaciones/documentales/sobre/tres/dolorosas.html
ENLACE RELACIONADO:
http://www.diariodejerez.es/article/semanasanta2015/1995535/aportaciones/documentales/sobre/tres/dolorosas.html
[1] Sobre este escultor: MORENO
ARANA, J. M.: “La difusión del barroquismo sevillano en El Puerto y su entorno:
Ignacio López y Alonso de Morales”, Revista de Historia de El Puerto, nº
37, El Puerto, 2006, pp. 47-80.
[2] JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN
PORTILLO, J.: “El asentamiento de un
foco de artistas escultóricos sevillanos en el Xerez del setecientos”, Jerez
en Semana Santa, nº 12, Jerez, 2008, pp.40-41. ROSA MATEOS, A. de la: Imaginería procesional en la Semana Santa de Jerez. Jerez, 2012, p.
267.
[3] Archivo de la Hermandad del
Santo Entierro de Jerez, Libro donde
contiene distintas cosas y sensos que se pagan y es de la capilla y Hermandad
de Nuestra Señora de la Piedad y Santisimo Cristo del Calvario, ff. 1v-2. Gastos
de la Cofradía de 1729, p. 13. Cuentas
de 1734, p. 27. Libro del caudal del Sto.
Xpto. del Calvario […] que tubo
prinsipio el dia 1º de Maio del año de 1744, s/p.
[4] Archivo Histórico Diocesano
de Jerez, Fondo Hispalense, Ordinario, Jerez, Hermandades, caja 1, documento
18.1.
[5] AROCA VICENTI, F.: Arquitectura
y urbanismo en el Jerez del siglo XVIII, Jerez, 2002, pp. 206-209 y
238-239.
[6] Archivo Histórico Nacional,
Sección Clero, Libro 1980.
[7] ESPINOSA DE LOS MONTEROS
SÁNCHEZ, F. y POMAR RODIL, P.: “Entre el barroco y el neoclasicismo. José
Fernández Guerrero, autor de la Virgen de la Soledad de Jerez”, Diario de Jerez, 10 de marzo de
2009.
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