Publicado en: JIMÉNEZ LÓPEZ DE EGUILETA,
Javier E. y POMAR RODIL, Pablo J. (coord.): Limes
Fidei. 750 años de cristianismo en
Jerez, Diócesis de Asidonia-Jerez, Jerez de la Fra., 2014, pp. 244-245, ISBN
978-84-697-1928-2.
Iglesia de San Juan de los Caballeros de
Jerez de la Frontera.
Anónimo genovés, mediados del siglo XVIII.
Carecemos de referencias documentales sobre la
realización de esta singular imagen. Únicamente, podemos identificarlo con el
crucificado sin nombre y de “tamaño
natural” que figura en diferentes inventarios parroquiales de la segunda
mitad del siglo XIX formando parte de los bienes muebles de San Juan de los
Caballeros, y en concreto de su sacristía. En esa estancia se ha conservado
hasta que hace muy pocos años ha sido colocado en diferentes altares de la
iglesia y ha recibido su actual denominación.
Ha merecido la atención de los historiadores del
arte sólo en fechas recientes. En este sentido, los primeros en llamar la
atención sobre su interés fueron Pomar Rodil y Mariscal Rodríguez, quienes la
situaron en el siglo XVIII y consideraron que su “particular composición barroca revela su adscripción a presupuestos
estéticos ajenos a la producción andaluza”. Por nuestra parte, creemos que
la opción más razonable es atribuirla a la escuela genovesa y, en concreto, a
alguno de los escultores ligures que se afincan en Cádiz y su entorno durante
el setecientos. Por ahora, nos resulta imposible concretar, si bien consideramos
que su autor se halla en una línea muy cercana al artista también anónimo que
talla el Cristo del Amor del convento de las Capuchinas de El Puerto de Santa
María, obra que asimismo ha sido relacionada con la estética genovesa y que se
ha fechado en torno a 1747-1750.
Representa a Cristo crucificado muerto. Se
encuentra fijado mediante tres clavos a la cruz. Esta parece original y muestra
una sección circular y una superficie levemente irregular con grandes llagas
doradas. Al cuerpo se le ha imprimido tensión y dinamismo mediante el
movimiento contrapuesto de cabeza y piernas, el retorcimiento del torso, la
nerviosa musculatura de los brazos, la convulsión de las manos y la composición
marcadamente asimétrica del sudario. De este modo, el paño de pureza aparece en
la cadera derecha descubierto y anudado por cuerdas, también doradas, y pende
de forma amplia y sinuosa hacia el lado contrario.
La posición inestable de Cristo en la cruz y la
propia configuración de la cabeza parecen partir de modelos genoveses y, en
particular, de los creados por el influyente escultor Antón María Maragliano
(Génova, 1664-1739). Siguen estos esquemas el modelado del cuello, surcado por
arrugas, y la detallada talla del cabello, acabado en ampulosos bucles. También
es muy característica la expresión plácida del rostro que provoca un fuerte
contraste con el dramatismo del cuerpo.
No obstante, en esta obra parece haber prevalecido una
curiosa concepción expresionista sobre
la refinada belleza de la que suelen hacer gala otros ejemplares del mismo
círculo artístico. Esto es lo que da a esta imagen una connotación especial,
que quizás pueda resultar chocante con el presumible origen italiano de su
autor. En cualquier caso, es este expresionismo
lo que lo coloca tan próximo al referido crucificado de las capuchinas
portuenses, pieza igualmente de gran peculiaridad. Allí es la piel desgarrada,
aquí un cuerpo retorcido pero el espíritu es muy semejante. A ello hay que unir,
finalmente, pormenores comunes como la sangre en relieve o las estrechas
afinidades de cabezas y pies.
FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICAS:
AHDJF, Fondo Parroquial, Parroquia de San Juan de los Caballeros de
Jerez de la Frontera, caja 30, Inventarios (años 1873-1889).
José Manuel Moreno Arana, “La
impronta genovesa en la escultura jerezana de la segunda mitad del siglo
XVIII”, Revista de Historia de Jerez,
n° 16-17 (2014), p.
192.
Pablo Javier Pomar
Rodil y Miguel Ángel Mariscal
Rodríguez, Jerez. Guía artística y monumental, Madrid, Sílex, 2004,
p. 64.
José Miguel Sánchez Peña, Escultura genovesa. Artífices del
setecientos en Cádiz, Cádiz, 2006 , pp.
190-191.
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