Con
José Miguel Sánchez Peña
Publicado en: Laboratorio de Arte, nº 28, Universidad de
Sevilla, Departamento de Historia del Arte, Sevilla, 2016, pp. 219-241, ISSN 1130-5762.
Pedro Rellins (h. 1676-1728) fue un
escultor y retablista, nacido en la actual Holanda, que desarrolló su actividad
en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), ciudad a la que se trasladó siendo aún niño.
En este artículo se hace un repaso por la historiografía que ha tratado al
artista, se profundiza en los nuevos datos biográficos emanados de su
expediente matrimonial y se aportan novedades sobre su obra.
Palabras
clave: escultura, retablo, Barroco, siglo XVII, siglo XVIII, Sanlúcar de Barrameda.
Pedro Rellins
(c. 1676-1728) was a sculptor and architect of altarpieces, born in the current
Netherlands, who worked in Sanlucar de Barrameda (Cadiz), city to which moved
still a child. In this article we review the historiography that has studied
the artist, we delve into the new biographical details of your marriage
certificate and we bring news about his work.
Key words: sculpture, altarpiece,
Baroque, 17th century, 18th century, Sanlúcar de
Barrameda.
1. Pedro Rellins en la historiografía.
El origen extranjero de Pedro Rellins y la escasa documentación existente
sobre su actividad artística, desarrollada principalmente en la ciudad de
Sanlúcar de Barrameda entre finales del siglo XVII y los primeros decenios del XVIII,
ha dificultado el estudio de su vida y su obra, aspectos que se nos presentan
aún oscuros e incluso envueltos en errores. Y ello pese a que, como han
destacado los diferentes autores que han tratado su figura, las primeras
referencias que tenemos de él son casi contemporáneas y llamativamente
elogiosas. Estamos hablando de las que hace Velázquez Gaztelu en
1758 en su libro Fundaciones de todas las Iglesias […] de
Sanlúcar de Barrameda, donde, además de informar de su autoría sobre los
retablos mayores de las iglesias sanluqueñas de San Jorge y las Descalzas, alude
a él como “hábil” o “famoso estatuario flamenco”[1]. Aunque esta obra quedó inédita hasta
fechas muy recientes, sus aportaciones fueron incorporadas por Guillamas y
Galiano en 1854 en su Historia de
Sanlúcar[2].
Hubo que esperar un siglo para que, más allá de estas escuetas alusiones,
se llevara a cabo la primera investigación sobre el escultor gracias a la
iniciativa de un erudito local, Alejandro Zambrano, quien le dedica un artículo
en 1956[3].
A él se debe casi todo lo que conocíamos sobre la biografía de Pedro Rellins:
su supuesto nacimiento en 1667 en Venray (Holanda), su boda en Sanlúcar en 1696
y su muerte en ella en 1728. Igualmente, aportaba la afortunada identificación
con el Pedro Sterling o Esterlin vecino de Sanlúcar que constaba como autor de
las imágenes titulares de la cofradía de los Afligidos de Cádiz. Menos acertado
estuvo en las atribuciones que hizo: el Nazareno de Rota, cuya relación con
nuestro artista nos parece discutible, y el retablo mayor de la iglesia
sanluqueña de la Trinidad, que resultó ser de 1679, anterior por tanto al
establecimiento de Rellins en la ciudad, y obra del retablista Juan González de
Herrera[4].
Zambrano contó para la realización de su artículo con la colaboración del
investigador holandés Jan Verzijl. Curiosamente, tenemos noticia de que éste se
adelantó varios años al sanluqueño en la publicación de la información obtenida
en los archivos neerlandeses sobre los orígenes familiares del artista en la
revista De Limburgse Leeuw[5],
la misma en la que posteriormente también el propio Zambrano volverá a insistir
en el asunto a través de un nuevo artículo, esta vez en compañía de L. J.
Morreau[6].
Estos precedentes bibliográficos en la tierra natal de Rellins justifican
que otros autores de aquel país se hayan interesado en difundir su figura. Son
los casos de Bernard Kruysen[7]
y, ya en fechas más recientes, de M. P. J. van den Brand[8]
y Rien van den Brand[9].
Todos vienen a reiterar lo dicho por Zambrano y sólo profundizan en el contexto
histórico y familiar en el que suponen que nacería Pedro.
Ya en España, han sido múltiples las publicaciones que se han ocupado de
él a lo largo de las últimas décadas. De este modo, desde el breve trabajo
escrito en 1986 por uno de los autores de este presente artículo[10],
se han sucedido diferentes aportaciones, incluyendo hasta dos libros monográficos.
En 1999 Daza Palacios le documenta
una nueva obra, el Cristo de la Humildad y Paciencia de la hermandad de las
Ánimas de la parroquia de la O de Sanlúcar. Pese a la importante novedad que
supuso acrecentar la escasa producción segura del imaginero, el referido
investigador identifica erróneamente la talla con otra del mismo título
venerada en la Basílica de la Caridad[11].
Esta última se asigna ahora a Francisco de la Gándara y se fecha en 1605 tras
las investigaciones del profesor Cruz Isidoro, a quien debemos asimismo la
correcta identificación de la pieza realizada por Rellins con el Cristo de la Humildad
y Paciencia que se conserva en la misma capilla de las Ánimas de la iglesia de
la O[12].
De 2001 es el primero de los libros que hemos señalado líneas atrás. Obra
de Sánchez Alonso y Ruiz García, tiene como principal argumento la atribución
del Nazareno de Rota a Rellins, teoría que, como hemos dicho, no compartimos. Se
siguen las teorías de Zambrano para los aspectos biográficos, así como para el
estudio de su producción, incluyendo equivocadamente dentro de esta al Cristo
de la Humildad y Paciencia de la Basílica de la Caridad[13].
Los últimos trabajos dedicados a nuestro escultor están firmados por los
autores de estas líneas. Así, en 2002 salió a la luz otro libro, centrado ya
exclusivamente en el artista. Junto con una profundización en los aspectos
técnicos, se incorporan un buen número de piezas dentro de la nómina de
atribuciones, como el Cristo y la antigua imagen mariana titulares de la
cofradía de la Coronación de Jerez de la Frontera, el retablo mayor de la
parroquia de Santo Domingo de Lepe o la imagen de Jesús del Consuelo de la
parroquia del Carmen, el de la Humildad y Paciencia de la O o el Santo Domingo
de Guzmán y el San Francisco del retablo mayor del convento de Madre de Dios,
todas estas últimas en Sanlúcar. Respecto a las talla de los Afligidos de
Cádiz, se profundiza en su autoría con documentación inédita[14].
Finalmente, hay que reseñar un sucinto artículo de 2009 en el que se daban a
conocer nuevos datos biográficos que hoy tendremos la oportunidad de tratar con
más detalle y ampliar[15].
2. Aportaciones
a su biografía.
Hemos dicho que Zambrano
fue quien aportó los principales datos biográficos sobre Rellins. No obstante, el
descubrimiento de su expediente matrimonial puede poner en duda la identificación que el referido
investigador hizo con el “Petrus Relinghs”
que figura en la partida de bautismo que dio a conocer y que incluso ha sido
reproducida en los más recientes artículos de los van den Brand. Recordemos que estos autores sitúan
su nacimiento en la ciudad holandesa de Venray en abril de 1667.
Hay que resaltar, en
primer lugar, que la propia declaración del escultor incluida en dicho
expediente, fechado en 1 de abril de 1696, reitera lo que ya sabíamos por su
partida matrimonial, es decir, que era “natural
de la ciudad de Bello obispado de Rusmunda en Flandes”. Insistimos en ello
pues parece lo más lógico identificar Bello
con Venlo, localidad distinta a Venray, aunque muy próxima a ella y
perteneciente también a la actual provincia holandesa de Limburgo y al antiguo
Ducado de Güeldres, que estuvo bajo dominio español hasta el Tratado de
Utrecht. En cuanto a los nuevos datos biográficos que incluye el documento,
resulta llamativo que se informe de su llegada a Sanlúcar de Barrameda con 14
años, “sin haber hecho ausencia notable” de ella desde entonces[16].
Igualmente, declara tener 20 años, lo que obligaría a localizar la fecha de su
nacimiento hacia 1676, nueve años después de lo que se pensaba. Otro detalle interesante
es que firma no como “Peter Relingh”, sino como “Petro Rellins”, cuestión
también a tener en cuenta pues es la única rúbrica del artista que se ha
encontrado hasta ahora [17].
Ilustración 1: Firma de Pedro Rellins contenida en su expediente matrimonial (1696). |
Rellins presenta además
dos testigos, cuyas declaraciones son recogidas del mismo modo en este documento.
Se trata de Cornelio Grencio y Maximiliano Coppens. El primero, que afirma ser “natural de Bello”, contar con 49 años y
trabajar como mercader en Sanlúcar, con domicilio en la calle Bolsa, aseguró
que conocía a Pedro desde su nacimiento hasta la fecha, reiterando lo dicho por
éste de su llegada a la ciudad española con 14 años. Lo mismo repite el
segundo. Coppens era asimismo natural de Bello,
mercader y vecino de la calle Bolsa y tenía 26 años[18].
Aceptando todo lo
anterior habría, por tanto, que concluir que es en torno a 1690 cuando Rellins
se instala en Sanlúcar, siendo aún adolescente y viniendo seguramente
acompañado por los mencionados mercaderes Grencio y Coppens. Algo que entra en
contradicción con la pretendida estancia previa en Inglaterra que algunos
autores, con Zambrano a la cabeza, plantearon para justificar, de manera un
tanto forzada, el encargo al holandés del retablo de la iglesia de San Jorge
por parte de la colonia inglesa asentada en Sanlúcar. Y, quizás lo más
importante, estos nuevos datos obligan a pensar en un aprendizaje artístico que
debió de desarrollarse, o como mucho completarse, en Sanlúcar o su entorno,
como parecen testimoniar sus propias obras, inmersas en la estética de la
escuela sevillana del momento.
Desgraciadamente, la escasez de la documentación, debido a la
desaparición del archivo de protocolos notariales sanluqueño y de una parte
importante del archivo parroquial, no nos permite profundizar mucho más sobre
la vida de Rellins. Al margen de lo que acabamos de decir nada más sabemos de
sus relaciones sociales y poco podemos suponer sobre el nivel económico del que
gozó. Tenemos noticia de que tenía su casa en la calle Santo Domingo[19] pero ni siquiera podemos
asegurar que fuera propietario de ella. Hubiera sido para ello esencial la
lectura de su testamento, si se hubiera conservado. Únicamente podemos aportar
un dato incluido en el libro de Visitas de la Parroquia de la O del año 1714 en
el que se paga a un “Pedro Rellins,
maestro de cerero de esta Ciudad”, 7.070 reales en trece recibos, siendo el
último del 14 de agosto de 1713[20]. En estas mismas cuentas
se recoge otro trabajo, una reforma del retablo mayor de la misma iglesia, a un
personaje homónimo, por lo que creemos que debe ser identificado con nuestro escultor.
La circunstancia de que aparezca ejerciendo de cerero no es del todo extraña
pues en la época era común que los diferentes artistas tuvieran que buscar
otros medios alternativos fuera de su oficio con los que poder aumentar sus
ingresos. En el caso del flamenco, pese a la fama que parece que tuvo, su
producción documentada y aquella otra que se le puede atribuir son
relativamente escasas, por lo que no creemos ilógica esta simultaneidad
profesional[21].
3.
Adiciones a su obra.
3.1. La hornacina principal del antiguo retablo mayor
de la parroquia de Nuestra Señora de la O de Sanlúcar de Barrameda (1713).
Entre 1708 y 1710 Pedro Rellins talló para la cofradía de las Ánimas el referido
Cristo de la Humildad y Paciencia de la parroquia de la O de Sanlúcar[22]. Pocos años después
recibió el encargo de reformar el retablo mayor de la misma iglesia. Se trata
de un trabajo inédito, aunque desgraciadamente no parece perdurar ningún resto
del mismo. El escultor firmó recibo por esta obra el 19 de febrero de 1713. Consta
además que se realizó por orden del visitador del arzobispado y consistió en
hacer una nueva hornacina destinada a acoger la imagen mariana que presidía el
referido retablo “para colocarla en el con mas
desensia”. Alcanzó
un costo de 750 reales, de los cuales una parte, 470, fueron costeados por la
fábrica parroquial y los 280 restantes fueron entregados por el colector
Francisco Conte gracias a obvenciones procedentes de ciertos derechos
parroquiales. Se afirma asimismo en la documentación que el estofado y dorado
se hicieron de limosna y que se pagaron 14 reales a “dos hombres un dia para agrandar dicho nicho”[23].
Nada se sabe sobre sus características pues desapareció tras
la construcción del retablo actual, de estilo rococó y fechado en 1767[24], en el que se ha supuesto
la intervención de Gonzalo Pomar y Jacome Vacaro[25]. En cualquier caso, la
noticia tiene el valor de acrecentar su aún corta nómina de obras seguras y
ofrecernos un nuevo testimonio de su faceta de retablista. Posiblemente su
labor en esta pieza estaría todavía inmersa estilísticamente dentro de los
últimos aleteos del retablo salomónico, sin que pueda descartarse del todo una
incipiente evolución hacia la nueva tipología del estípite, soporte que ya
había utilizado de una forma un tanto embrionaria más de diez años antes, en el
retablo mayor del convento de las Descalzas de Sanlúcar, que estaba finalizado en
1705.
Respecto a la producción de retablos de nuestro artista, cabe
recordar que a través de Velázquez Gaztelu se tiene constancia de su autoría tanto
sobre el de las Descalzas como sobre el mayor de la capilla de San Jorge. Ambos
se realizarían en los últimos años del seiscientos. Asimismo, presenta muy similares
características el retablo mayor de la parroquia de Santo Domingo de Lepe, que procede
del convento de dominicas de la misma localidad y que se le ha atribuido. Todos
siguen unos modelos que recuerdan a la obra de uno de los principales
representantes de la retablística sevillana de la época, Cristóbal de Guadix[26]. Lo vemos en el uso de
columnas de fuste salomónico de tercio inferior cilíndrico o la organización de
las calles laterales en dos registros escultóricos superpuestos. Otros
detalles, como el remate de las hornacinas laterales del retablo de las
descalzas sanluqueñas con combinación de frontones curvos rotos y rectos, están
próximos a la obra documentada de Juan González de Herrera, artista afincado en
Cádiz pero de procedencia hispalense, que realizó varios retablos para Sanlúcar.
En este sentido, la formación artística de Rellins sigue siendo una incógnita
sin resolver. Tan sólo se podría suponer contactos con otros retablistas y
escultores de la época. Entre ellos, el que más posibilidades tuvo de conocer
fue el sevillano Juan de Santa María Navarro, que hacia 1687, con 18 años, se
instala en Sanlúcar, ciudad donde se casa en 1689 y nace su hijo primogénito,
Matías José, en 1691[27]. De hecho, el profesor
Herrera García ha planteado la hipótesis de que existieran contactos entre los Navarro
y Rellins debido a las afinidades que ofrecen ciertos detalles de sus retablos[28].
3.2. Atribuciones.
3.2.1. Cristo de la Humildad
y Paciencia del Santuario de Nuestra Señora de Regla de Chipiona.
Es una imagen sedente del Redentor en actitud pensativa
que recibe culto en un sencillo altar de estilo neogótico de maderas pintadas,
en la cabecera de la nave de la epístola del Santuario de Nuestra Señora de
Regla de Chipiona[29].
Supuestamente, se representa a Cristo en actitud de
meditación tras el suplicio de la Flagelación. La imagen se halla sentada en un
pódium que es el de origen, pues forma parte de la escultura según el estudio
técnico realizado “in situ”.
Estudiada la imagen y dadas sus características
técnicas y artísticas, puede atribuirse al escultor flamenco. Estimamos que es
obra de madurez del artista, pues supera notablemente al homónimo de la
Parroquia de la O de Sanlúcar; no es de extrañar que la imagen sanluqueña
tuviese gran aceptación y le llegasen al escultor encargos similares, lo que llamamos
“réplicas”, algo frecuente en la producción de los artistas cuando se acierta
con un modelo o tema concreto.
Hasta el momento
presente y de lo que conocemos, es la obra más acabada y correcta del escultor,
con un estudio anatómico seguramente desarrollado a partir de un modelo (del
natural). La cabeza del Señor se apoya en su mano derecha y el rostro expresa
dulzura, tristeza y abandono. El cabello aparece muy bien compuesto a ambos
lados de la cabeza y sobre la espalda; destacamos el perfil izquierdo con la
compleja composición del cabello. Está
tallado formando mechones largos y suaves, sin entrar en detalles minuciosos,
de forma similar al Cristo del Consuelo de Sanlúcar. Siendo una imagen que
permanece siempre en su altar, dentro de una hornacina, es difícil contemplarla
en todo su conjunto e imaginar la calidad de la misma, sólo apreciable fuera de
su emplazamiento habitual. Sin embargo, pone la nota negativa, tan perjudicial
para esta obra, el repinte generalizado que cubre toda la imagen, que la
desvirtúa considerablemente.
Ilustración 2: Cristo de la Humildad y Paciencia. Santuario de Nuestra Señora de Regla de Chipiona.
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Ilustración 3: Cristo de la Humildad y Paciencia. Santuario de Nuestra Señora de Regla de Chipiona.
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Ilustración 4: Cristo de la Humildad y Paciencia. Santuario de Nuestra Señora de Regla de Chipiona (detalle).
|
3.2.2. Virgen con el Niño del
coro bajo del convento de Madre de Dios de Sanlúcar de Barrameda (procedente de
la capilla de San Jorge).
Esta imagen de la Virgen con el Niño presidió el retablo
mayor de la capilla de San Jorge. Como bien sabemos, durante muchos años y en
pleno siglo XX San Jorge se mantuvo cerrada al culto. Una vez restaurada, se
hizo cargo de ella la Hermandad del Rocío, que es quien la reabre y coloca a su
titular presidiendo el retablo. Fue entonces depositada la antigua talla
mariana en el convento de Madre de Dios, donde se expone en el coro bajo de la
clausura[30].
Algunos historiadores la creen obra napolitana[31]
pero examinada la imagen, la estimamos como una obra indudable del artista
flamenco. Pero hemos de aclarar que se colocaría en el camarín central del
retablo de San Jorge muy posteriormente a la ejecución del mismo, pues la imagen
queda muy distante estilísticamente de las esculturas del retablo, que delatan
un arcaísmo notable.
Es una talla completa, realizada en madera de pino, que
luce amplios ropajes con elegantes plegados, en un valiente contraposto[32].
Presenta rica policromía con estofados y corladuras por el reverso de los
pliegues. Tiene ojos de cristal y pestañas postizas. Pensamos que la
encarnadura del rostro no es la de origen, pues se aprecia que está repintada
en su totalidad. Como detalle curioso la Virgen calza zapatos que asoman bajo
la túnica. Su rostro está perfectamente relacionado con las dos Dolorosas atribuidas
a Rellins: la de Cádiz y la de Villaluenga. La cabellera, de elegante y sobre
todo original composición, aparece dispuesta hacia atrás, de corte helenístico,
y recogida en un moño de complejos bucles que cae por la espalda, recordándonos
a conocidas Venus o doncellas romanas. Queda evidente en estos detalles
curiosos, en los que el artista se recrea en su obra, su vocación clásica.
Estos detalles, ya de por sí insólitos, originalísimos e infrecuentes, hacen
que el escultor realice la imagen sin toca o velo que le cubra la cabeza, que
sería lo normal en este caso.
Ilustración 5: Virgen del coro del convento de Madre de Dios de Sanlúcar de Bda.
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Ilustración 6: Virgen del coro del convento de Madre de Dios de Sanlúcar de Bda. (detalle)
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Ilustración 6: Virgen del coro del convento de Madre de Dios de Sanlúcar de Bda. (detalle)
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Respecto a la imagen del Niño que sostiene en su mano
izquierda, y que no forma parte del conjunto, también ofrece un dinamismo
palpable en la posición de brazos y piernas, y movimiento general de la imagen.
Ofrece una bella policromía clara y transparente, simulando tonos rubios. La
tipología de su rostro y el tratamiento del cabello tienen sus precedentes en dos cabezas de ángeles
alados de los retablos de San Jorge y de las Descalzas. El primero se halla en
una tarja situada a gran altura sobre un medallón con el Espíritu Santo,
centrado en el frontón curvo partido bajo el grupo del San Jorge. El de las
Descalzas se encuentra en otra tarja, bajo el altorrelieve de la Transverberación
de Santa Teresa.
3.2.3. Virgen del Carmen de
la parroquia del Carmen de Sanlúcar de Barrameda.
Es una imagen de tamaño natural que preside el camarín
central del retablo mayor de la actual parroquia del Carmen de Sanlúcar de
Barrameda, antiguo convento carmelita descalzo. En la mayoría de las ocasiones
se halla vestida con ricas telas recamadas o bordadas, y sostiene al Niño en su
brazo izquierdo. El rostro de la Virgen, con la boca cerrada y la mirada
distante, es de expresión grave y serena, de gran belleza, con ojos de cristal
y pestañas postizas, y posee todos los rasgos característicos de Rellins.
Aunque la imagen aparece vestida, es de talla estofada
por la parte
frontal; el dorso se halla pintado de un tono neutro sin policromar. La estructura
o aspecto que presenta es un hábito talar con cíngulo a la cintura, siendo los
brazos tallados y fijos[33]. El
cuerpo se apoya en su pierna izquierda, basculando el conjunto y dejando ver
los volúmenes correspondientes a la pierna derecha. Al no llevar manto ni el
escapulario tan característico en esta advocación, nos plantea ciertas dudas,
que en cierta forma podrían aclararse con un estudio a fondo de la imagen[34]. La
túnica o hábito presenta un estofado sobre fondo color tierra o siena tostada
oscura. Las encarnaduras del rostro y manos parecen originales, ricas en
matices y transparentes, de gran corrección. Lleva sobre la cabeza peluca de
pelo natural, pues el escultor concibió el cráneo liso con esta finalidad[35].
Respecto a la imagen del Niño, podemos hacer
comentarios similares al de la imagen de Madre de Dios; lo sostiene en su mano
izquierda. No obstante, es éste de mayor tamaño y participa de todas las
características barrocas del anterior. Tiene ojos de cristal, igual que la
Virgen, en tonos claros y llama la atención la actitud gesticulante de los
brazos, que contrasta con la serenidad de la Madre.
Ilustración 8: Virgen del Carmen de la parroquia del Carmen de Sanlúcar de Bda.
|
3.2.4. Santa Teresa de Jesús
de la parroquia del Carmen de Sanlúcar de Barrameda.
Es una imagen de candelero para vestir y de tamaño natural,
que se halla ocupando el retablo colateral de la epístola de la parroquia del
Carmen de Sanlúcar[36]. Aparece revestida con ricas telas recamadas y
bonete, como Doctora de la Iglesia. La Santa eleva la mirada hacia el Ángel,
con la boca entreabierta y los brazos abiertos, gesticulantes.
Tanto la policromía del rostro y manos, de tonos
suaves, parecen originales y se hallan en buen estado de conservación. Su
cabeza está concebida con cráneo liso para llevar peluca de pelo natural, al
igual que la Virgen del Carmen y la Dolorosa de San Lorenzo de Cádiz, con la
que comparte un gran parecido físico. Posee ojos de cristal y pestañas
postizas. Es una talla resuelta mediante un candelero troncocónico (como la
mayoría de las Dolorosas), con base elíptica, aún de origen afortunadamente,
con busto tipo “jaula”, de donde arrancan los brazos, que son fijos en los
hombros y articulados en los codos.
La figura del Ángel, al que dirige la mirada la Santa,
comparte los rasgos estilísticos de Rellins, siendo el rostro muy similar al
Niño de la Virgen del Carmen.
Sus rasgos faciales no dejan lugar a dudas en cuanto a
la mano del escultor flamenco; es posiblemente una de sus obras del período
final.
Ilustración 9: Santa Teresa de la parroquia del Carmen de Sanlúcar de Bda.
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Ilustración 10: Santa Teresa de la parroquia del Carmen de Sanlúcar de Bda. (detalle). |
4.
Anotaciones sobre otras
obras.
4.1.
Virgen de los Dolores de la parroquia de Villaluenga del Rosario (antigua
Virgen de la Aflicción de la cofradía de la Coronación de Jerez de la Fra.).
Esta imagen de
la Dolorosa formó parte de la hermandad jerezana de la Coronación de Espinas, debiendo
de ser realizada hacia 1715-1725. El 4 de mayo de 1935, un incendio fortuito
provocó daños de consideración, por lo que la talla fue trasladada a Sevilla al
estudio del escultor Agustín Sánchez Cid y restaurada posteriormente, siendo
bendecida de nuevo tras la intervención y repuesta al culto. No obstante, por
motivos que ignoramos, en 1950 la hermandad sustituye esta antigua Dolorosa por
una nueva imagen, obra del escultor sevillano José Rivera García, que recibe
culto desde esas fechas hasta la actualidad[37].
Tras su
desaparición, y a través de antiguas fotografías, se propuso su atribución a
Rellins, en base a sus caracteres estilísticos y morfológicos, y sobre todo por
sus analogías a otras tallas femeninas del artista flamenco[38].
Con el paso de los años y en fechas recientes se descubre e identifica esta
Dolorosa (estudiada a través de fotografías) con la que recibe culto en
Villaluenga del Rosario (Cádiz), en la iglesia parroquial de San Miguel[39].
Es una imagen
de tamaño natural, y sus rasgos faciales la ponen en relación con diversas
tallas, todas ellas muy características y personales de Rellins, que
representan a una mujer en edad madura, algo frecuente en la producción del
artista; ponemos como ejemplo la Dolorosa de los Desconsuelos, titular de la Cofradía
de los Afligidos de Cádiz, que tiene rasgos muy afines pero la cabeza gira a la
derecha y lleva las manos entrelazadas. La expresión del rostro con rictus de
dolor, el giro de la cabeza, sus facciones, los pómulos, el dibujo de las
cejas, la morfología de sus labios y de la nariz, completan una serie de detalles que son
grafismos propios del escultor flamenco.
4.2.
Cristo de la Humildad y Paciencia de la parroquia de la O de Sanlúcar de
Barrameda (1708-1710)[40].
Dadas sus
características y rasgos estilísticos, esta anónima talla fue puesta en
relación con la obra de Pedro Rellins[41],
confirmándose posteriormente su autoría de forma documental[42],
aunque confundida con la homónima del Santuario de la Caridad, como ya dijimos.
Durante muchos años hemos podido comprobar que presentaba un aspecto de total
abandono, con un grado de deterioro alto y en general con un estado de
conservación muy precario, siendo restaurada la misma en el año 2009[43]. Con tal motivo se editó un díptico
con algunos datos históricos y técnicos sobre esta imagen de Cristo[44].
En el mismo la talla es nombrada como “Santísimo Cristo de la Luz”, lo que
vuelve a repetir un error en el que ya cayera en su día Daza Palacios. Merece
la pena, por ello, dedicar unas pocas líneas al asunto para intentar aclarar el
asunto.
Partimos de la
base de la realización de la imagen, según Daza Palacios, entre 1708 y 1710.
Las cuentas de la cofradía de Ánimas llaman a la talla “Ecce-Homo”, y aclaran
su destino dentro de la capilla de la hermandad, el altar mayor. A través de la
consulta de un libro de visitas pastorales conservado en el Archivo General del
Arzobispado de Sevilla y correspondiente al año 1715, queda claro también la
reciente ejecución de la imagen a la que se alude como “Ecce Homo de madera barnisada”[45].
La siguiente referencia nos la aporta Velázquez Gaztelu al hablar de esta
capilla, siendo la primera vez en la que se habla de ella con el título de
“Humildad y Paciencia”: “hoy sirve de
altar mayor un lienzo grande […]
delante del cual sobresale en forma de retablo un donoso tabernáculo, apoyado
sobre un compartimento de gradas para luces con tres nichos inferiores: en el
medio está una pequeña imagen de Nuestra Señora del Sufragio y en el
tabernáculo superior una devota y perfectísima imagen de nuestro Señor
Jesucristo, en el ternísimo paso de su humildad y paciencia, de elegante mano
que ignoramos”. En este sentido, no
deja de sorprender su desconocimiento de su autoría, habiendo sido este
historiador una de las principales fuentes para el conocimiento de la figura de
Rellins. Sea como sea, lo que Velázquez Gaztelu añade a continuación empieza ya
a volver todo más confuso. Por un lado, nos dice que fue solemnemente
trasladada al lugar que ocupa en torno a 1717, algo que tiene sentido por la
cercanía con la fecha de su realización. Sin embargo, y en contradicción con lo
anterior, por lo que hay que suponerlo un lapsus, asegura que esta talla formó
parte de una cofradía de negros desaparecida setenta años antes, que la sacaba
en procesión junto a un “Señor de la Columna” y al aludido “Cristo de la Luz”.
A este último lo sitúa “en particular
altar a la entrada la misma capilla”[46].
Suponemos que
esto ha sido precisamente lo que ha motivado que la obra de Rellins sea
identificada erróneamente con ese “Cristo de la Luz”, ya que se venera en la
actualidad en un pequeño retablo situado en primer lugar a la derecha desde la
entrada. No obstante, es un altar de cronología posterior, de corte neoclásico,
al que la imagen de la Humildad y Paciencia se trasladaría seguramente a lo
largo del siglo XIX tras la construcción en la misma época del retablo mayor que
actualmente preside esta estancia[47].
Hasta hace pocos años se veneraba en ese nuevo altar mayor decimonónico de la capilla
un crucificado que creemos que debe de ser en realidad el reiterado “Cristo de
la Luz”. Aunque resulte contradictorio, así lo parece indicar la propia
documentación presentada por Daza Palacios, que habla de un crucificado en el
altar de esta advocación en 1769[48]. En
definitiva, sería en la reforma neoclásica, que afectó a toda la capilla, cuando,
por tanto, se intercambió la posición de ambas esculturas dentro de la misma,
dando lugar de este modo a la reciente confusión entre ambas[49].
5.
Apéndice documental.
Documento nº 1: Expediente
matrimonial de Pedro Rellins (1696).
A.G.A.S., expedientes matrimoniales, legajo 2432, expediente nº 130.
Pedimento / En la ciudad de
Sanlucar de Barrameda en primero de Abril de mil y seiscientos y noventa y seis
años, ante su merced Lizenciado Don Antonio Gadea Vicario de esta ciudad por
ante el presente notario Pedro Relins vecino de ella dixo que siendo Dios
nuestro señor servido quiere contraer matrimonio en faz de nuestra santa Madre
Iglesia con Ysabel Maria de Melo natural y vecina de esta ciudad i para que
conste de su libertad, pidio se le reciva su declaracion e informacion que
ofreze Justicia etc.
Auto / Y visto por su merced
dicho señor Vicario, mando se reciva la declaracion al contrayente i la
ynformacion ofrecida y lo cometio el presente notario y assi lo probeyo i lo
firmo.=
Gadea (rubricado) / Geronimo Logerot y Soto escribano (rubricado)
Declaracion / En la dicha
ciudad de Sanlucar de Barrameda en el dicho dia yo el notario rezevi Juramento
segun forma de derecho del contrayente i so cargo de el prometio decir verdad,
i preguntado = dixo que se llama Pedro Relins i que es hijo de Simon Relins y
de Maria Vogelsan natural de la ciudad de Bello obispado de Rusmunda en Flandes,
donde vivio hasta hedad de catorce años, i de dicha hedad vino a esta ciudad,
donde ha vivido hasta oy sin aver hecho ausencia notable de una y otra parte, y
que no es ni ha sido casado, no ha hecho voto de castidad, ni de religion, ni
ha dado palabra de casamiento a muger alguna, ni tiene otro impedimento para el
matrimonio que quiere contraer con Ysabel Maria de Melo, de quien no es
pariente en grado alguno; y que todo lo lleva dicho es la verdad so cargo del
Juramento fecho i lo firmo; y que es de hedad de veinte años. =
Petro Rellins (rubricado) / Geronimo Logerot y Soto escribano
(rubricado)
Testigo / En la dicha ciudad
de Sanlucar en el dicho dia para la dicha ynformacion el contrayente presento
por testigo a Cornelio Grencio que assi dixo nombrarse y ser mercadel natural
de Bello en Flandes y vezino desta calle de la Bolsa; del qual recevi Juramento
segun forma de derecho y so cargo de el prometio decir verdad, y preguntado =
Dixo que conoce al dicho Pedro Relins desde que nacio, asi en la ciudad de Belo
en Flandes donde vivio hasta hedad de catorce años, como en esta ciudad, donde
ha vivido el tiempo restante hasta oy, sin que de una y otra parte aya hecho
ausencia notable, y lo ha tratado y comunicado y sabe que no es ni ha sido
casado, ni tiene noticia aya palabra de casamiento a muger alguna, ni que tenga
otro algun impedimento para el matrimonio que quiere contraer con Ysabel Maria
de Melo, de quien sabe no es pariente en grado alguno y que todo lo que lleva
dicho es la verdad so cargo del Juramento fecho y lo firmo; y que es de hedad
de quarenta y nueve años. =
Cornelio Grencio (rubricado) / Geronimo Logerot y Soto escribano
(rubricado)
Testigo / En la dicha ciudad
de Sanlucar de Barrameda en el dicho dia para la dicha ynformacion el dicho
contrayente presento por testigo a Maximiliano Copens, que assi dixo nombrarse,
i ser mercader natural de la ciudad de Bello en Flandes i vecino desta ciudad
en la calle de la Bolsa, del qual rezevi Juramento segun forma de derecho i so
cargo de el prometio decir verdad, i preguntado = Dixo que conoce al dicho
Pedro Relins desde que nacio, asi en la dicha ciudad de Bello en Flandes, donde
vivio hasta hedad de catorze años, y en esta ciudad el tiempo restante hasta
oy, i siempre lo ha tratado i comunicado, sin que de una y otra parte aya hecho
ausencia notable, i sabe que no es ni ha sido casado, ni tiene noticia aya hecho
voto de castidad, ni de religion, ni que aya dado palabra de casamiento a muger
alguna, ni que tenga otro algun impedimento para el matrimonio que quiere
contraer con Ysabel Maria de Melo, de quien sabe no es pariente y que lo que
lleba dicho es la verdad so cargo del Juramento fecho y lo firmo y que es de
hedad de veinte y seis años. =
Maximiliano Coppens (rubricado) / Geronimo Logerot y Soto escribano
(rubricado)
Auto / En la dicha ciudad de
Sanlucar de Barrameda en el dicho dia primero de Abril de mil y seiscientos y
noventa i seis años su merced Lizenciado Don Antonio Gadea Vicario desta ciudad
aviendo visto estos autos = Dixo que originales se remitan a manos del Señor
Juez y Vicario general deste Arzobispado para que en su vista prober lo que
fuere Justicia y assi lo probeyo, mando, i firmo. =
Don Antonio Gadea (rubricado) / Geronimo Logerot y Soto escribano
(rubricado)
En 6 de Abril de 1696
Lizencia y se le dispensan
las amonestaciones de su tierra.
Documento nº 2: Realización
de la hornacina principal del antiguo retablo mayor de la Parroquia de Nuestra
Señora de la O de Sanlúcar de Bda. por Pedro Rellins (1713).
A.H.D.J.F., Fondo Parroquial, Parroquia de Nuestra Señora de la O de
Sanlúcar de Barrameda, Fábrica, Visitas, año 1714, p. 219.
Ittem con intervension del
vicario de esta Ciudad y de orden que a boca declaró averle dado el Señor
Visitador de que su Merced hace memoria se hizo nicho nuevo en el Altar maior
adonde estaba nuestra señora para colocarla en el con mas desensia para lo qual
contribuio esta fabrica con quatrozientos y setenta reales para madera y
Escultor que todo ymporto setezientos y cinquenta reales de los quales los 470
referidos dio esta fabrica como quedo dicho y los 280 restantes declara el
mayordomo haver persevido de Don Francisco Conte collector de obensiones los
mismos que declaro el dicho estaban en su poder del tiempo de la vacante de Don
Pedro Millan sachristan maior que de fue de esta iglesia de los derechos
parrochiales que tocaron y es advertencia que lo demás del gasto en estofarlo y
dorarlo se dio de limosna, y de los dichos quatrozientos y setenta reales dio
Recivo Pedro Rellins en 19 de febrero de 1713 que se vio, rubrico y avonan -
470
Del jornal de
dos hombres un dia para agrandar dicho nicho catorze reales - 14.
[1] VELÁZQUEZ GAZTELU, Juan
Pedro: Fundaciones de todas las Iglesias,
Conventos y Ermitas de la M.N. y M.L. Ciudad de Sanlúcar de Barrameda, 1758.
Reedición de la “Asociación Sanluqueña de Encuentros con la
Historia y el Arte”. Sanlúcar de Barrameda, 1995, pp. 90, 238 y 481.
[2]
GUILLAMAS Y GALIANO, Fernando: Historia
de Sanlúcar de Barrameda. Madrid, 1858, pp. 90 y 118
[3]
ZAMBRANO, Alejandro: “Un escultor flamenco del siglo XVII”, Revista Albricias, Año IV, 1956, s/p
[4] La
autoría del retablo fue publicada en: HORMIGO SÁNCHEZ, Enrique: “El Retablista González de Herrera”, El Periódico de la Bahía, 3 de noviembre de 1990, p. 13.
[5]
VERZIJL, Jan: “De Spaanse beeldhouwer Pedro Relins, een zoon van Venray”, De Limburgse Leeuw, nº 2, 1954, pp. 265-269.
[6]
MORREAU, L. J. y ZAMBRANO, Alexander: “Een 17e eeuwse `Vlaams´ beeldhouwer”, De Limburgse Leeuw, nº 8, 1960, pp.
106-111.
[7]
KRUYSEN, Bernard: “Petrus Relingh, een beroemd Spaans beeldhouwer”, Peel en Maas, 21 de noviembre de 1969.
[8]
VAN DEN BRAND, M. P. J.: “Fragmenten uit het leven de Spaans beeldhouwer Pedro
Relingh uit Venray (1667-1728)”, Jaarboek
van de Geschieden Oudheidkundige Kring Venray, nº 16, 1997, pp. 1-18.
[9]
VAN DEN BRAND, Rien: “De Spaanse beeldhouwer Pedro Relingh uit Venray
(1667-1728). Venrays Verleden, nº II,
2005, pp. 26-38.
[10] SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: “Nuevas Aportaciones a la obra del
escultor Peter Relingh”, Anales de la
Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, n° 4, 1986, pp. 49-53.
[11]
DAZA PALACIOS, Salvador: “La antigua cofradía de las Ánimas, Pedro Rellings y
su Ecce-Homo”, Sanlúcar de Barrameda,
nº 35, 1999, s/p.
[12]
CRUZ ISIDORO, Fernando: “Francisco de la Gándara Hermosa de Acevedo, un
escultor de principios del XVII”, Laboratorio
de Arte, nº 14, 2001, p. 37, nota 40. Del mismo autor, ver también: La Real Hermandad de las Angustias: estudio
histórico y del patrimonio artístico. Sanlúcar de Bda., 2005, pp. 136-138.
[13]
SÁNCHEZ ALONSO, Gregorio y RUIZ GARCÍA, Juan Manuel. Rota y su Nazareno: la obra roteña de un escultor flamenco: Pedro
Relins (1667-1728). Rota, 2001, pp. 89-114.
[14]
SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel. Peter Relingh,
escultor y arquitecto de retablos. Cádiz, 2002.
[15]
MORENO ARANA, José Manuel: “Nuevos datos biográficos sobre el imaginero Pedro
Relingh”. Diario de Cádiz, 7 de Mayo
de 2009. Con anterioridad a estas aportaciones, en 2006 se escribió una
sintética biografía que ha sido publicada en: MORENO ARANA, J. M.: “Relingh,
Peter”, Diccionario Biográfico Español, Vol. XLIII. Madrid, 2013, pp.
105-106.
[16]
Archivo General del Arzobispado de Sevilla (A.G.A.S.), fondo Arzobispal, sección
Vicaría General, serie Matrimonios Ordinarios, legajo 2432, expediente nº
130. Ver apéndice documental.
[17] Es
por ello el apellido “Rellins” el que creemos más conveniente emplear a partir
de ahora. Con él aludiremos al escultor en este artículo.
[18]
A.G.A.S., fondo Arzobispal, sección Vicaría General, serie Matrimonios
Ordinarios, legajo 2432, expediente nº 130.
[19]
SÁNCHEZ PEÑA, J. M.: Peter Relingh…, op. cit., p. 18.
[20]
Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera (A.H.D.J.F.), Fondo
Parroquial, Parroquia de Nuestra Señora de la O de Sanlúcar de Bda., Fábrica,
Visitas, año 1714, p. 187.
[21]
En la ciudad vecina de Jerez encontramos diversos ejemplos entre retablistas de
la época: MORENO ARANA, J.M.: El Retablo
en Jerez de la Frontera durante el siglo XVIII. Sevilla, 2014, pp. 95-97.
[22]
DAZA PALACIOS, S.: “La antigua…”, op. cit.,
s/p.
[23]
A.H.D.J.F., Fondo Parroquial, Parroquia de Nuestra Señora de la O de Sanlúcar de
Bda., Fábrica, Visitas, año 1714, p. 219. Ver apéndice documental.
[24] VELÁZQUEZ GAZTELU, J. P.: Fundaciones…, op. cit., p. 95.
[25]
ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Lorenzo: “El retablo rococó en Cádiz y su
entorno: evolución y creadores”, Archivo
hispalense, tomo 81, nº 248, 1998, p. 248. MORENO ARANA, José Manuel: “La
impronta genovesa en la escultura jerezana de la segunda mitad del siglo
XVIII”, Revista de Historia de Jerez,
n.° 16-17, 2014, p. 189.
[26]
La afinidad de los retablos sanluqueños de Rellins con la obra de Guadix ya ha
sido señalada en: HALCÓN, Fátima: “El retablo
salomónico”, en: El retablo barroco sevillano. Sevilla, 2000, pp. 287-288.
[27]
MORENO ARANA, J.M.: El Retablo…, op. cit., p. 337.
[28]
HERRERA GARCÍA, F. J.: “La familia Navarro y la expansión del retablo de
estípites en Andalucía Occidental”, en: Nuevas Perspectivas críticas sobre
historia de la escultura sevillana. Sevilla, 2007, p. 53.
[29]
Agradecemos al Rdo. P. Guardián del Santuario, Fray José Ricardo Gallardo todas
las facilidades otorgadas para el estudio de esta imagen (mayo de 2015). Está
realizada en madera de cedro y los ojos van pintados sobre la talla. Mide 110
cms. de altura.
[30]
Hemos de agradecer a la Comunidad de Madres Dominicas las facilidades otorgadas
para el estudio de la imagen.
[31]
LOBATO O.P., Fr. Abelardo y TORIBIO GARCÍA, Manuel: El Monasterio de Madre de Dios. Sanlúcar de Bda., 1995, p. 99.
GÓMEZ DÍAZ, Ana María: Guía Histórico
Artística de Sanlúcar. Sanlúcar de Bda., 1993, p. 163.
[32]
La terminación del manto sobre su brazo izquierdo presenta una mutilación. Es
posible, pues ocurre con frecuencia, que se hiciera ex profeso para vestir la imagen con telas naturales.
[33]
La imagen aparece vestida normalmente; los comentarios que hacemos sobre la imagen
sin vestir son a través de fotografías existentes.
[34] Ha
sido estudiada desde el presbiterio del templo y a través de fotografías.
[35]
Un examen visual fuera del camarín, con detenimiento, y por supuesto un examen
radiográfico nos permitirían sacar importantes conclusiones. Hemos de agradecer
a Juan Antonio Sánchez Pacheco la información de sumo interés acerca de las imágenes
de la Virgen del Carmen y de Santa
Teresa.
[36]
Con motivo de los fastos que se llevan a cabo en conmemoración del V Centenario
del nacimiento de la Santa se halla ubicada la imagen, temporalmente, en un
pequeño retablo en la nave de la epístola, junto al crucero. En la actualidad
el ángel que le acompaña se encuentra retirado del culto.
[37]
ROSA MATEOS, Antonio de la: Imaginería
Procesional en la Semana Santa de Jerez. Jerez de la Frontera. 2012, pp.
103-104.
[38]
SÁNCHEZ PEÑA, J. M.: Peter Relingh…, op. cit., pp. 23-24.
[39]
ROSA MATEOS, A.de la: Imaginería…, op. cit., pp. 103-104.
[40]
Hemos de agradecer al Rdo. P. D. Luis Núñez Rodríguez las facilidades otorgadas
para el estudio de la imagen en 1992.
[41]
SÁNCHEZ PEÑA, J. M.: Peter Relingh…, op. cit., pp. 25-27.
[42]
DAZA PALACIOS, S.: “La antigua…”, op. cit.,
s/p.
[43]
La restauración fue sufragada por la Fundación Barrero Pérez y realizada por
María José Gómez Santiago.
[44]
Se titula Santísimo Cristo de la Luz.
Parroquia Mayor Ntra. Sra. de la O. Sanlúcar de Barrameda. Noviembre 2009. Está
editado por la Fundación Barrero Pérez y firmado por la restauradora.
[45]
A.G.A.S., fondo Arzobispal, sección Gobierno, serie Libros de Visitas
Pastorales, legajo 5187, f. 553.
[46] VELÁZQUEZ GAZTELU, J. P.: Fundaciones…, op. cit., p. 90.
[47]
Nos parece totalmente desacertada la identificación que hace Daza Palacios de
este retablo neoclásico con el que hace para la imagen del Cristo de la Luz
Andrés Marín en la década de los setenta del siglo XVIII, ya que debió de ser
aún una pieza de estilo rococó (DAZA PALACIOS, S.: “La antigua…”, op. cit., s/p.).
[48]
DAZA PALACIOS, S.: “La antigua…”, op. cit.,
s/p. En concreto, se recoge que el crucificado procedía del remate del antiguo
retablo mayor de la parroquia y fue desmontado con motivo de la construcción
del nuevo, que fue costeado por María Ashley. Tras ser retocado por el pintor
Francisco Alanís se colocó en el altar del Cristo de la Luz llevándose esta
señora el crucifijo que existía en dicho altar a su casa. Es decir, hay que
suponer que existió un primitivo cristo de este título y de éste tomaría su
nombre el que lo sustituyó.
[49]
Decimos confusión reciente porque hasta hace unas décadas a la obra de Rellins
se le seguía conociendo como “Cristo de la Humildad y Paciencia” (SÁNCHEZ
GUERRERO, Manuel Felipe: “Breve aproximación a la iglesia mayor parroquial de
Nuestra Señora de la O”, Sanlúcar de
Barrameda, nº 23, 1987, s/p.).
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